Entradas

Mostrando entradas de abril, 2018

La vida de un cabello

Y mientras camino por Rivadavia veo una enorme masa de pelo en el piso. No puedo evitar preguntarme ¿qué vida habrá tenido?

Manos Heladas...

Hoy descubrí una razón tan bonita para las manos frías. Me sentí tan identificada con esto porque este es un problema que me ha perseguido toda la vida y todo el mundo me pregunta a qué se debe. La verdad es que no lo sé, quizás mi sangre corre de manera distinta o va a atrasada a mi corazón... Desde hoy, diré que es porque tengo un alma cálida y, por lo mismo, las manos siempre heladas.

Burocracia

El fin de semana pasado rompí mi ostracismo y partí, con amenaza de tormenta eléctrica y todo, a estudiar para el CBC en un lugar ameno. Pensé en quedarme en el barrio pues hay de todo, pero me tomé el Subte y fui a depositar mi ser al mítico bar restaurante "El Gato Negro". No pude haber escogido mejor lugar para estudiar y comer al mismo tiempo y es que este maravilloso lugar -bien victoriano, por lo demás- que nada más al entrar te recibe con olor a canela, es el escenario perfecto para pasar un buen rato. Me senté en una mesa del segundo piso, muy arrinconada y con vista a calle Corrientes. Mis tendencias paranoides siempre hacen que escoja las esquinas a los sitios más abiertos, creo que soy más araña que humano. Tomé la carta y no pude dejar pasar un chocolate caliente y un cheesecake de frutos rojos que -según me dijo la agradable chica que me atendió- estaba recién hecho. La maravilla de oda que se dibujó en mi cara al probarlos fue para fotografía, pero no había nin