Happiness...
Sólo sintió un puñetazo en su estómago. No supo si la aquejó el dolor, todo fue tan rápido, como un soplo caliente sobre sus entrañas. Siempre supo que la felicidad no era necesariamente gozosa, sino que un espiral doloroso al que se descendía más profundo en la medida de cuánto de ella conquistaras. De momento iba a mitad de camino, tranquila, asumida, pues la tristeza que había sentido toda su vida se cambiaba a un dolor distinto a una escalera más iluminada, pero igual de misteriosa. Se movía con un arma en sus manos, de momento no la quemaba... Brotes de colores comenzaban a salir de su cabello, iba floreciendo a medida que cruzaba puertas y estaciones dentro es esa dimensión oculta en donde los pies no eran necesarios para caminar. Todo era placentero, salvo la sensación de ardor en sus manos, de picazón incontrolable en los dedos. Pasaba por lugares en donde la nieve era encarnada por pétalos de cerezos volando en círculos, formando pájaros de papel de alto vuelo, lo...